tag:blogger.com,1999:blog-88565371389177433032024-03-13T13:07:05.204-07:00Antología de la nueva poesía cubana 1970 - 2010Elefante Editoreshttp://www.blogger.com/profile/16042550044782483902noreply@blogger.comBlogger6125tag:blogger.com,1999:blog-8856537138917743303.post-53374668455523778002010-05-20T19:00:00.000-07:002010-06-02T05:57:16.378-07:00ANTOLOGíA DE LA NUEVA POESíA CUBANA 1970 - 2010<a href="http://4.bp.blogspot.com/_bRLXiC8Q9BY/S_XtGqZSZ1I/AAAAAAAAABc/Wyha7JsidyI/s1600/Antologia+poesia+cubana+1970+-2010+raul+heraud.JPG"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 211px; DISPLAY: block; HEIGHT: 292px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5473541620854056786" border="0" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_bRLXiC8Q9BY/S_XtGqZSZ1I/AAAAAAAAABc/Wyha7JsidyI/s320/Antologia+poesia+cubana+1970+-2010+raul+heraud.JPG" /></a><br /><div><a href="http://2.bp.blogspot.com/_bRLXiC8Q9BY/S_XqeKomfUI/AAAAAAAAABU/124gyi35mAs/s1600/DSCN2537.JPG"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; DISPLAY: block; HEIGHT: 240px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5473538726110330178" border="0" alt="" src="http://2.bp.blogspot.com/_bRLXiC8Q9BY/S_XqeKomfUI/AAAAAAAAABU/124gyi35mAs/s320/DSCN2537.JPG" /></a><br /><br /><div align="justify"><strong><span style="font-size:130%;">A Manera de Prólogo</span></strong><br /><br /><br />Al realizar esta antología de poetas cubanos nacidos en 1970 hacia adelante, mi intención fue en primer término, el de dar a conocer el proceso literario actual de la joven poesía cubana, proceso que había podido vivir personalmente debido a que tuve la fortuna de visitar la isla en tres ocasiones en el lapso de un año, dos veces invitado al Festival de Poesía de La Habana, y la restante a presentar mi libro en La Fil el mes de febrero de 2009. Durante mi estadía en la isla gocé de la compañía de jóvenes poetas tanto de la capital como del interior, intercambiando libros, textos, participando en lecturas públicas y en acaloradas conversaciones en distintos lugares de La Habana y provincias fue creciendo en mí la admiración por el trabajo desarrollado por estos vates, su calidad no tiene discusión, y las formas de abordar el texto posee un sello caribeño particular, aunque los temas recurrentes sean los universalmente planteados, como la muerte, la religión y el amor, se suman otros temas propios, insulares como la santería y la revolución. Muchos de estos poetas están organizados en talleres, asociaciones, y grupos literarios que se renuevan constantemente, a través de la publicación en revistas, diarios y de un trabajo editorial que promueve la actividad literaria de cada localidad.<br /><br />Si bien es cierto que es imposible abarcar en un solo libro a todos los poetas de esta generación, estoy seguro que los vates incluidos aquí representan dignamente a la nueva poesía cubana; Todos sin excepción poseen un trabajo sostenido, con publicaciones individuales o conjuntas, con obtención de premios y participación activa en el mundo literario domestico e internacional.<br /><br />He incluido 49 poetas, procedentes de 10 provincias como La Habana, Matanzas, Sancti Spiritus, Holguín, Santiago de Cuba, Pinar del Rio, Guantánamo, Las tunas, Ciego de Ávila y Granma con la finalidad de entregar al lector una panorámica amplia de la poesía de este país.<br /><br />Espero que el trabajo aquí presentado contribuya al mejor entendimiento de la poesía escrita en este nuevo milenio y que los poetas aquí antologados sigan construyendo la historia de las letras cubanas.<br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:85%;">Raúl Heraud Alcázar<br /><br />Lima, Perú - Marzo de 2010</span></strong> </div></div>Elefante Editoreshttp://www.blogger.com/profile/16042550044782483902noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8856537138917743303.post-8552199682252098422010-05-20T18:46:00.000-07:002010-05-20T18:59:59.553-07:00<a href="http://3.bp.blogspot.com/_bRLXiC8Q9BY/S_XpBxmUS8I/AAAAAAAAABM/a-pIA5cqpk0/s1600/DSCN2535.JPG"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; DISPLAY: block; HEIGHT: 240px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5473537138841897922" border="0" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_bRLXiC8Q9BY/S_XpBxmUS8I/AAAAAAAAABM/a-pIA5cqpk0/s320/DSCN2535.JPG" /></a><br /><div><strong><span style="font-size:130%;"></span></strong> </div><div><strong><span style="font-size:130%;">Daykel Angulo Aguilera</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">Ciudad de Gibara, Holguín, 1979.</span><br /><br />Poeta y narrador, miembro de la Asociación Hermanos Saíz. Premio Nacional de Poesía “El árbol que silba y canta” (2005). Mención de Honor en el II Certamen de Narrativa de la revista argentina Artesanías Literarias (Mayo del 2008).Ganador del premio nacional de poesía “La Isla en Peso” (Guantánamo, 2009). Finalista del Premio Poesía de Primavera (Ciego de Ávila, 2009).<br /><br /><br /><strong>MANCHA EN LA PARED</strong><br /><br /><span style="font-size:85%;"><em>A Manelic, que supo antes que yo<br />cómo duele esta mierda.</em><br /></span><br /><br />Yo soy lo contrario del “yo soy”.<br />No dejo huellas en la tierra no tengo<br />huellas digitales ni nombre ni tamaño<br />ni color de ojos<br />no hay voz en mi garganta no hay<br />olor en mis heces ni piedras en mi uretra<br />ni dolores ni nada.<br />Un espacio que no llena espacios.<br />Yo escribo sobre témpanos<br />de hielo existo en un papel sin importancia<br />yo amo sobre un trozo<br />de cristal que se me rompe me atraviesa<br />me corta y no me corta<br />hago señales<br />con el dedo que se borran enseguida<br />porque no marco no peso no transcurro<br />no estoy no veo ni soy visto ni pienso<br />ni me piensan<br />yo no recuerdo a nadie ni nadie<br />me recuerda soy un<br />concepto sin concepto definido<br />un problema sin problema<br />un animal temblando que no descubrirán<br />jamás, porque no hay vaso que me<br />contenga libro que me describa<br />palabra mía que nadie va a quitarme.<br />Eso no existe<br />no habrá clavo en mi tobillo látigo en la espalda<br />nervio latiendo esponja con vinagre<br />respiración no habrá soga en el cuello<br />cuchilla en la muñeca bala en la sien veneno llama.<br />Yo soy antimateria un agua que no beben<br />un sol que no calienta una mancha en la pared<br />que se<br />cae<br />sola.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong>Yailén Díaz Campos</strong><br /><span style="font-size:85%;">Holguín 1979.</span><br /><br />Licenciado en Cultura Física, obtuvo el 2do Premio en el Concurso Nacional “Gertrudis Gómez de Avellaneda” del 2000, 2001, 2002, 2003, 2004 (Poesía). Mención Especial Fiesta Iberoamericana 2000 (Décima). 1er Premio (Décima), Mención (Poesía) en el Encuentro Provincial de Talleres Literarios 2000.<br /><br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong>LA PALABRA<br /><br />I<br /></strong><br /><br />Concluyo: me siento presa<br />de alguna palabra cuando<br />golpea y me va menguando<br />con efectiva crudeza.<br />Intuyo: que la torpeza<br />ha tendido una emboscada,<br />la hipnosis de su mirada<br />me conduce por la gruta<br />de la palabra, su ruta<br />final se vuelve estocada.<br /><br /><br /><br /><strong>II<br /></strong><br /><br />Caigo: porque es mi destino.<br />Estoy donde esta palabra<br />tan impaciente me labra<br />las raíces del camino,<br />donde visualizo el fino<br />cordel de la incertidumbre.<br />No es simple, pero costumbre<br />de quien lo trastorna todo<br />para llegar de algún modo<br />a su insospechada cumbre.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Irasema Cruz Bolaños</span></strong><br />La Habana, 1971.<br /><br />Licenciada en Español y Literatura, actriz, perteneciente al grupo de creación literaria Ala décima, con varios premios en concursos nacionales y provinciales de talleres literarios y en otros concursos de convocatoria nacional.<br /><br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong>VIII HOMILÍA</strong><br /><br /><br />Nunca he sabido para qué sirve la escritura y soy un inocente que dormita en los vitrales. No me importan las canciones ni los muertos que flotan en mi pecera.<br />Compro el periódico, almuerzo en una esquina, chiflo... Me masturbo con la misma soga del demente.<br />A mi madre no le gusta el silencio de la palabra, prefiere el gélido sonido del ángel que levita.<br />No sé escribir, mi alma no sabe otra cosa que estar viva y le es suficiente. A los juglares se les quema el contrato de la buenaventura y en los desiertos se juzgan niños infestados, prostitutas que se lanzan a desnudar mundos, drogadictos que cantan la homilía del hambre; se alquilan Mercedes último modelo, noches y puñaladas que ponen fin a la Historia.<br />Veo debajo del cabello a una mujer y debajo de la mujer una rosa y debajo de la rosa a un insecto que no vuelve a la ciudad ni siente las setenta y cuatro rimas que salvan del abismo a una ciega. Veo la camisa del soldado y no descubro el mensaje que dejó la nave de Odiseo.<br />El precipicio está a setenta y tres lunas. No sé escribir y soy un inocente como mi madre, que ha muerto a la espera de setenta y dos billetes de lotería en una cárcel donde Flora tiene grandes pies y un tacón jorobado.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Moisés Mayán</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">Holguín 1983.</span><br /><br />Poeta y narrador, premio La caza del Yacaré (2003-Cuento), y en poesía: Premio: Nombrar las Cosas (2005), Premio: Catedrales de Hormigas (2005). Tiene publicado el libro de poesía: Fábula del Cazador Tardío (Ediciones La Luz, 2007).<br /><br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong>CUANDO EL SUEÑO SE ASTILLA,<br />TU IMAGEN, ANA FRANK<br /></strong><br /><br />Ana, sin poder dormir, me he levantado esta noche a escribirte un poema, pero sólo logro algunos versos obscenos. ¿No sé por qué? Tú no eres obscena, yo tampoco acostumbro a serlo. Sin embargo en el poema estás desnuda frente a un espejo circular, (esos que prevalecen en las casas coloniales). Y para escribirlo he tenido también que desnudarme.<br />Así que estamos desnudos los dos, tú en el poema, es decir, en el espejo, en mí. Yo frente a la hoja, es decir frente a los ojos, los de la muchacha que me descubre de pronto en el espejo, que pudieras ser tú, pero que en esencia es la imagen que de ti retengo. Imagen que no cabe dentro del sencillo nombre: Ana.<br /><br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong>EL HECHO TAN SIMPLE<br />DE PLANTAR UN CEREZO<br /></strong><br /><br />Pero si nuestros dedos se encuentran sobre la circularidad del hueco y la semilla suspendida entre los dos aguarda, es posible que otra semilla, comience a germinar, en las tierras siempre fértiles del corazón.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Pablo Guerra Martí</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">Holguín 1973.</span><br /><br />Licenciado en Contabilidad y finanzas. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía “Manuel Navarro Luna – 2003” con el poemario “Tauromaquia y otras habilidades para salir del laberinto”. Posee otros libros como “Confesiones del Pez Volador”.<br /><br /><br /><br />Madre, que lejos estamos del sol<br />madre, qué ausentes de la luz.<br />Tengo días de despertar en casa ajena<br />no sé qué hacer y me quedo tranquilo en el lecho<br />esperando una voz que me salve de esa incertidumbre<br />un alma nueva en cada despertar<br />esperando el aprendizaje de un nuevo día<br />qué me espera después del lecho<br />cuánto de asombro hay en las paredes<br />quién será el cuerpo que a mi lado duerme,<br />le sucederá lo mismo.<br />Hay una luz en la distancia,<br />parpadea, será un signo me pregunto<br />acaso un satélite o una falacia de la espera.<br />Bastará con abrir los ojos y echar a andar<br />sin temor a que nos arrebaten esta vida prestada,<br />pero no sé por qué nos duele tanto volar<br />nos duele llegar siempre tarde y cansados.<br />Madre, traigo el pecho abierto<br />y me arde esta sombra este destierro<br />y tengo miedo que ya no sea mi voz la que te llame.<br />Madre, habrá un camino de regreso al país de la certeza,<br />un camino hacia la luz.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Irela Casañas Hijuelos</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">Santiago de Cuba, 1980.</span><br /><br />Graduada de Sociología por la Universidad de Oriente. Su primer poemario “Manual del Triunfo”, ha sido publicado por Ediciones Holguín en el año 2006.<br /><br /><br /><br /><strong>INCIENSO</strong><br /><br /><br />Este incienso yo lo disfruto sola<br />perfecto estado del placer ingrato.<br />Te amo sin fe igual que me examino<br />buscando enfermedades de la mente.<br />Del tedio me separan temporales barreras.<br />Salgo a las luces frías<br />me hablan lenguas asépticas<br />que ordenan y acompañan demasiado.<br />El verbo y mi capacidad de odiar se contaminan.<br />Prefiero estar en el espacio/útero.<br />Renacer es morir y estar consciente.<br />Queda la corta levedad con sus olores.<br />El viaje sin amigos hasta la zona de dolor:<br />mi corazón<br />es un animal antiguo y solo.<br /><br /><br /><strong></strong><br /><strong>LO QUE TE HUBIERA DICHO</strong><br /><br /><em><span style="font-size:85%;">Por Courbet.</span></em><br /><br /><br />Vuelves terco y sensual a provocarme, aunque no soy París ni te he vivido. Tú puedes ser el mar donde derrame el cuerpo, agotado del mundo y de otros cuerpos. Nunca te libraré de multitudes que piden tu cabeza y no tu arte. Hablo de la promesa floja e imprudente, de tu perfil asirio entre mis senos encarnados, de tu mano hundida en mis entrañas. Hazlo. No me dejes mirarte en la distancia. Quiero ser la desnuda que entre todos te contempla, pero contémplame también. Haz que vengan tus musas baratas, ofrece la inmortalidad que dan los lienzos, quiero verte acariciarles la entrepierna y luego amarte yo. Solo así tendré el origen del mundo ahora que en las calles lo eterno está vibrando.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong>Alfonso del Rosario Duran</strong><br /><span style="font-size:85%;">Antilla, 1972.</span><br /><br />Poeta, narrador, Licenciado en Periodismo por la Universidad de Oriente, Santiago de Cuba (1995). Ha publicado: “La herida en el costado” Poesía (Ediciones Holguín, Col. Comunidad 2001). Tiene Inédito su cuaderno de poesía “La Isla en Rezo”.<br /><br /><br /><br /><br /><strong>QUE ME ROMPE EL ALMA</strong><br /><br /><br />Como un descuido más se desangra<br />como los ángeles<br />intento postrarme no ser yo<br /><br />He perseguido a Dios por las grietas<br />de los laminarios heridos he intentado extraer su sombra<br />en las piedras que adormecen<br />su rugido no alcanzo<br /><br />No hiela su mano mi sangre<br />no discurre el rumbo en que alguna vez fui su paloma<br /><br />Aún no te hallo, Señor, entre la hierba.<br /><br /><br /><br /><strong></strong><br /><strong>VUELO NOCTURNO</strong><br /><br /><span style="font-size:85%;"><em>Apiñes is a warm gun<br />Lennon</em></span><br /><br /><br />Ahí está Yoko Ono sobre la cama<br />consumiendo el último cigarrillo<br />mirando detenidamente el blanco del techo<br />(horas antes quizás hubiera cantado<br />Love me do contigo en la bañera)<br />sus manos palpan su delgado rostro<br />mientras la luz espera a que vuelvas.<br /><br />Su pelo largo<br />sus ojos finos<br />su sonrisa que te gusta<br />esperan en vano<br /><br />Se pone de pie<br />hoy podría ser un día igual a otro<br /><br />Pero hoy es ocho de diciembre<br />John está camino de la felicidad<br /><br />Ya han sonado los disparos.<br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;"></span></strong><br /><strong><span style="font-size:130%;">Eliécer Tirso Almaguer Almaguer</span></strong><br />Holguín, 1982.<br /><br />Poeta, Especialista de Literatura del Centro Provincial de Casas de Cultura. Ganador del Premio “Nuevas Voces” 2009. Posee un libro inédito titulado “la Oscura Ceremonia”.<br /><br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong>EL ROSTRO QUE ME NEGARON LOS ESPEJOS<br /></strong><br /><br />¿Quién entona sobre mi paz?<br />Poseo innúmeros rostros: acertijos grabados<br />en la arena, y palabras; ingenuas palabras,<br />más otro rostro que me negaron los espejos.<br />Algo de mí ha muerto en los naufragios.<br />Dormir quiero como esas bestias en remotas<br />playas, y ganar a las gaviotas los insectos.<br />¿Quién entona por fin?<br />Toda mi paz, ha muerto en los naufragios.<br /><br /><br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong>LA CARNE INVARIABLE</strong><br /><br /><br />Acordonarse los zapatos a la fuerza.<br />Encontrar cada mañana al sádico.<br />Defecar por otros órganos<br />Vivir las edades biológicas de nieve.<br />Desmoronarse en otro cuerpo<br />Creerse precariamente Dios<br />y ser la invariable carne de los siglos<br />No poseer más oros que la muerte<br />y espantarnos como animales,<br />de nuestra propia sombra.<br /><br /><strong><span style="font-size:130%;"></span></strong><br /><strong><span style="font-size:130%;"></span></strong><br /><strong><span style="font-size:130%;"></span></strong><br /><strong><span style="font-size:130%;"></span></strong><br /><strong><span style="font-size:130%;">Hugo González Diéguez</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">Holguín, 1975.</span><br /><br />Graduado en psicología por la Universidad de Oriente. Ha obtenido varios premios nacionales en poesía y narrativa en los concursos convocados por la ANCI. Su poemario “Las Baladas Impuras” ha sido publicado por Ediciones Holguín.<br /><br /><br /><br /><strong>LA CHICA DE IPANEMA</strong><br /><br /><br />La tibieza de un cuerpo se me derrama,<br />su piel juega a perpetuar el trópico,<br />la voluptuosidad en el apetito del bossa-nova.<br />El arrullo de la arena por verla pasar<br />me pone en el vientre una plegaria a sus senos,<br />plegaria que va in crescendo.<br />Ya no se tornan soliloquios,<br />no están diáfanos como el mar,<br />ambos tienen fértiles destinos sobre mis manos.<br /><br />Saxo de opulencia y bienvenida.<br />Lúdica quietud de mi habitación.<br />Con sus muslos la quimera va de rojo atlántico,<br />para que la tibieza de su cuerpo se me derrame<br />y la voz de Astrud Gilberto<br />prosiga su vaivén por la playa,<br />junto a la cabecera de mi lecho.<br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong>WHOLE LOTTA LOVE</strong><br /><br /><br />Llegas en horas poco afortunadas<br />para dejarse seducir por la utopía.<br />Aquí solo verás cómo se escurre<br />bajo las puertas ese líquido animal<br />que sobrevive al reciclaje del amor.<br /><br />Antes disparábamos ráfagas de luz<br />para desgarrar virginales membranas de la noche.<br />Muchísimo amor repartían cuatro chicos<br />a la multitud alucinada<br />que en un zepelín de plomo<br />los veía remontar el vuelo.<br /><br />Pero no debes creer en los eslogans<br />de pasadas generaciones.<br />Haz caso omiso a mi prédica<br />y aguarda el momento que gestará la historia<br />para convertir en esperanza el desencanto.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Luis Yuseff</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">Holguín, 1975.</span><br /><br />Tiene publicados entre otros, “El Traidor a las Palomas” (2002) y “Vals de los Cuerpos Cortados” (Premio de la Ciudad, 2003), “Salón de Última Espera”, (Premio Calendario, 2005; Casa Editora Abril, 2007), “Los Silencios Profundos” (Premio Nacional de Poesía Adelaida del Mármol 2008). En los años 2005 y 2008, la Asociación Hermanos Saíz, en Holguín, le otorgó el Premio a la excelencia artística “Venga la Esperanza”.<br /><br /><br /><strong></strong><br /><strong>KODAK PAPER I<br /></strong><br /><br />Hay días en que me prohíbo tener amigos.<br />Sin embargo tengo amigos.<br />Los he amado con el ardor de la pólvora mojada en la garganta.<br />Con el delirio del que está viviendo sus últimos días<br />y posee sólo algunos pájaros que alimenta entre las manos.<br />Cosas sin sentido: Tal vez porque no tienen ya sentido<br />las cosas. Y duele como si pegara el rostro al fuego de la lámpara<br />donde ardía la mariposa de tus juegos nocturnos.<br />De tu llegada a deshora pidiendo un poco de conversación.<br />Palabras que sirvieron de consuelo<br />para que el deseo no terminara entristeciéndonos.<br />Soledad del tercero que podías ser tú. O yo.<br />Todo dependía de la habilidad con que desplazabas<br />las sombras sobre la cama.<br />Cosas que sólo entendemos los dos. Sabes cuánto oprimen.<br />Hubiera querido celebrar juntos el año del conejo.<br />Bebernos de un golpe las tristezas<br />como en los tangos de Contursi.<br />Tenerte por sabio y hermoso. Recibirte con la noche<br />rezumando en el cristal de la taza<br />donde bebías el primer café de la mañana.<br />Tenías peces. Cerámicas. Graffitis en las paredes.<br />Me imitabas. Uno termina pareciéndose a lo que ama (recuerdas?)<br />Cómo temblaba tu voz.<br />El plomo de la traición cuajando. Y unas pocas palabras<br />para justificar. Palabras que terminaron por confundirnos<br />tratando de escribir el nombre de las ciudades<br />a las que soñabas (sueñas) partir algún día.<br />Groningen. Hamburg. Poznan. Países de hielo.<br />Versos que serán de agua entre tus manos.<br />Altas cumbres y tú que pedías un poema para el amor<br />que hace figuras de barro.<br />País de hielo. Miro la fotografía donde posas.<br />Llevas mi camisa negra.<br />Tratas de hurgar en la lujuria balcánica.<br />La punta del deseo.<br />El labio que escupa sobre las sábanas tu esperma.<br />País de hielo ya nada puedes hacer<br />para acabar con los días en que me prohíbo tener amigos. </div>Elefante Editoreshttp://www.blogger.com/profile/16042550044782483902noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8856537138917743303.post-39429885701779090882010-05-20T18:27:00.000-07:002010-06-02T05:53:55.711-07:00<a href="http://3.bp.blogspot.com/_bRLXiC8Q9BY/S_XlOxjgTvI/AAAAAAAAABE/hbve2bwEh14/s1600/DSCN2536.JPG"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; DISPLAY: block; HEIGHT: 240px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5473532964121890546" border="0" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_bRLXiC8Q9BY/S_XlOxjgTvI/AAAAAAAAABE/hbve2bwEh14/s320/DSCN2536.JPG" /></a>
<br /><div><a href="http://1.bp.blogspot.com/_bRLXiC8Q9BY/S_XkKTgkHuI/AAAAAAAAAA8/vpuiGECamto/s1600/DSC00165.JPG"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; DISPLAY: block; HEIGHT: 240px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5473531787825389282" border="0" alt="" src="http://1.bp.blogspot.com/_bRLXiC8Q9BY/S_XkKTgkHuI/AAAAAAAAAA8/vpuiGECamto/s320/DSC00165.JPG" /></a>
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<br /><strong><span style="font-size:130%;">Robin Rey Hernández Rojas</span></strong>
<br /><span style="font-size:85%;">Holguín 1988.</span>
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<br />Poeta de la Asociación de Jóvenes Creadores Hermanos Saiz. Graduado de teatro en la escuela de instructores de artes de su ciudad natal; Entre otras distinciones ha merecido: Mención de Poesía en la Novena Edición de los Juegos Florales, Casa de Iberoamérica, Holguín 2005.
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<br /><strong>CARTAS DESDE AUSCHWITZ</strong>
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<br />Es muy humano que no reciba cartas desde Auschwitz,
<br />“Adiós a las armas” me escribe un viejo ante el mar
<br />“vamos muy de prisa en el invento de la soledad”
<br />-dice él- mientras cree recuperar del fuego sus islas,
<br />un mapa de Constantinopla, un cenicero azul,
<br />y fábulas porno sobre gatos silvestres.
<br />No sé qué inventario me irrumpió los días,
<br />a que pupitre regalé mi embeleso de pionero.
<br />Tracé una docena de coordenadas para hallarme
<br />y me entregaron grafitis rotos frente al quicio
<br />en un oscurecer del año 1996, según informaba
<br />una pizarra de cartón abandonada en el techo.
<br />Los cactus, símbolos perfectos de la nada,
<br />el recuerdo solemne de los tramos.
<br />La sangre, esperpento de sal
<br />inscrito en el percance de ti mismo
<br />que se refuerza en la extensión de los cuerpos.
<br />
<br />Más no saben,
<br />que la cruz se rompe contra el suelo
<br />ante un temor de la huida.
<br />Cercos de censura beata
<br />al fondo de los más disímiles fuegos de la cordura…
<br />Están ya por terminar.
<br />
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<br /><strong><span style="font-size:130%;">Shatila Valdez</span></strong>
<br /><span style="font-size:85%;">Artemisa, 1983.</span>
<br />
<br />Ha publicado “Vidriera Para Una Aceituna” (2003), “Nupcias de Ermitaña” (2008), así como “Manuscritos al Borde de la Luna” (2008), todos por el sello Unicornio.
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<br /><strong>OLOR A CASTING</strong>
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<br />Doy testimonio
<br />Gastada por los ácaros
<br />No tengo marido,
<br />No tengo juicio
<br />Quién habrá de domesticarme
<br />Mi garganta es una época
<br />Una más de los presagios
<br />Yo partiré cargando
<br />El agua de los muslos,
<br />Donde la arena y sus vértebras
<br />Me salvasen, yo partiré: Dejando un orgasmo en la plaza pública.
<br />
<br />
<br />
<br />
<br /><strong>CONDENA</strong>
<br />
<br />He vuelto transparente
<br />Llegan a ver la carne rota
<br />Soy la bailarina de cristal
<br />Esta vez trae un violín,
<br />lo espero, no sé que traerá
<br />tan viejos, iguales, huimos
<br />nos encontramos en cualquier lugar
<br />comienza todo
<br />quiero casarme
<br />ser la santa de humo
<br />quiero un hijo aquí en mi vientre
<br />darle de mis pechos
<br />ahora que me declaro esquizofrénica
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br /><strong><span style="font-size:130%;">Yordanis Domínguez Báez</span></strong>
<br /><span style="font-size:85%;">Bayamo, 1983.</span>
<br />
<br />Graduado del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso; Tiene publicado el libro “El Señor Enigma” (Ediciones Bayamo, 2006).
<br />
<br /><strong></strong>
<br /><strong></strong>
<br /><strong>LO QUE VI EN EL AGUA,
<br />O LO QUE ELLA VIO EN MÍ</strong>
<br />
<br />
<br />El agua me mira:
<br />soy reflejo de la noche
<br />que trató de seguir pinceles
<br />empequeñecer una voz
<br />camuflar despedidas:
<br />busco en lo vivido
<br />señales que no duelan
<br />ni enturbien el molde
<br />donde vacié mis repeticiones
<br />o dudas de lo que pude ser
<br />si las manos se hubieran roto:
<br />estoy en el límite de un cuarto vacío
<br />y entrecortadas líneas que se borrarán
<br />cuando el agua,
<br />después de adivinar intenciones
<br />sepa qué hacer con mi cuerpo
<br />y yo,
<br />volveré a convertirme en una criatura
<br />que observa la orfandad de las horas
<br />desde un estanque solitario.
<br />
<br />
<br />
<br /><strong>AUTORRETRATO
<br /></strong>
<br />
<br />Troski te observa,
<br />oxidada su voz en el portarretrato
<br />esponjosa la piel
<br />sobre trece años en inexactitud
<br />firmes las manos
<br />en tu carcomida boca:
<br />también te observo,
<br />ya sabes pintar
<br />eres alta con ojos a punto de sonreír
<br />y recuerdas las monjas,
<br />su infalible puntualidad
<br />el vacío de estar sola;
<br />pero no sigues lo pulcro
<br />que una vez alguien te enseñó:
<br />todos ven el autorretrato
<br />revelación-reflejo
<br />moralidad-insatisfacción
<br />vaginas-orgasmos...
<br />qué más da
<br />hoy posas
<br />como si fuese a nacer
<br />de ti misma.
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br /><strong><span style="font-size:130%;">Nailé Piñeiro</span></strong>
<br /><span style="font-size:85%;">Holguín, 1974.</span>
<br />
<br />Poeta, Fotógrafa, performer. Ha publicado en las revistas literarias Dédalos (Cuba) y Mar con Soroche (Chile - Bolivia) y en la antología poética “Otras Islas”. Cubeart 2008.
<br />
<br />
<br /><strong></strong>
<br /><strong>GESTO SINGULAR
<br /></strong>
<br />Estentórea comitiva: dientes cosidos y boca–tapujos en serie.
<br />Reservados rojos de ventanillas tragaluz en acodados ministerios.
<br />Se crea
<br />el mundo.
<br />Trago la mañana y la noche.
<br />Y todavía se hace.
<br />Repito : La belleza es un gesto singular, al levantarme.
<br />La serie entona sus infinitos capítulos:
<br />sus abracadabras y gazmoños ciernes, sus hipotecas y familiares,
<br />su servicio militar, sus pendencias bursátiles.
<br />Cierro la boca sino me quedaré sin dientes para molerlos.
<br />Cierro la boca y sobrevivo.
<br />Repito : La belleza es un gesto singular.
<br />Sé de mohosos lugares donde la lengua se diseca,
<br />donde aprende a leer contra–recibos.
<br />Me repito, una y una y otra vez: La belleza es un gesto singular.
<br />
<br />
<br />
<br /><strong></strong>
<br /><strong>CARNE</strong>
<br />
<br />
<br />Y la carne… chamuscada
<br />el flojo deseo para volver incontado.
<br />Piafa hacia arriba por el bamboleante columnar hasta…
<br />la carne.
<br />Vuelve a fluir fugaz el antónimo.
<br />Un cuerpo supurante, arrastrado, que no ceja,
<br />vulvando en lo viscoso para volver peregrino.
<br />Calambre adentro retornando a la cláusula.
<br />Aún el destajo es forzoso,
<br />no incluye brevedad ni fin,
<br />es solo un estertor al que se vuelve.
<br />
<br />
<br />
<br />
<br /><span style="font-size:130%;"><strong>Sinecio Verdecia Díaz</strong>
<br /></span><span style="font-size:85%;">La Habana, 1974.</span>
<br />
<br />Poeta, cantautor y promotor cultural, trabajos suyos aparecen publicados en las revistas Extramuros y Movimiento y en las antologías sobre Haiku “Brisa del Mar” 2006, Universidad de Albacete, España y “Otras Islas” Cubeart – 2008.
<br />
<br />
<br />
<br /><strong>FOSO DE LOS LAURELES
<br /></strong>
<br />
<br />Juan Clemente Zenea
<br />visitado por una golondrina
<br />colocó sobre su frente un pensamiento
<br />
<br />del mismo modo
<br />dispuso Kunosoki Masashige
<br />siglos atrás aquel ideograma:
<br /><<>>
<br />
<br />
<br />En la terminal 3
<br />otra golondrina
<br />tal vez la misma
<br />nos abandona
<br />
<br /><strong></strong>
<br /><strong></strong>
<br /><strong>S</strong><strong>IJÚ</strong>
<br />
<br />
<br />Fuera del sitial
<br />¿Acaso por alimentarse de roedores?
<br />¿por devorar a sus hermanos?
<br />
<br />Antes que himno y bandera
<br />usaron su canto en acecho
<br />
<br />Endémico
<br />sobre los hombros de Quintín
<br />el platanero
<br />mira al monte devastado
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br /><strong><span style="font-size:130%;">Rafael Carballosa Batista</span></strong>
<br /><span style="font-size:85%;">Holguín, 1975.</span>
<br />
<br />Poeta, ha obtenido los Premios Mangle Rojo 2002 y 2003, Francisco Mir 2002, Ciudad de Nueva Gerona 2003 y Poesía de Amor 2003. Ha publicado: “Con secuencias” (Reseñas y crónicas) Nueva Gerona, (Ediciones Áncora, 2004). “La infinita quietud de la tristeza” [Poesía]. Nueva Gerona, (Ediciones Áncora, 2004). “Rimas comunes” (Décima). “Isla de la Juventud”, (Ediciones El Abra, 2005). Integra la Antología poética “Otras Islas” Cubeart – 2008.
<br />
<br />
<br /><strong></strong>
<br /><strong>II </strong><strong>
<br /></strong><strong>
<br /></strong>
<br /></strong>Gracias, señor por las putas
<br />que permites en mi aldea.
<br />Gracias por dejar que sea
<br />amante de su cicuta.
<br />Sospecho que tú disfrutas,
<br />aunque a más alta distancia,
<br />como yo de su arrogancia
<br />honesta y sacrificada.
<br />¿Qué cobran? No paga nada
<br />tan hermosa militancia.
<br />
<br />
<br /><strong></strong>
<br /><strong>IX</strong>
<br />
<br />
<br />El abuelo, hombre fraguado en los duros oficios,
<br />de tamaño gigante y abundosa sonrisa,
<br />yace ahora polvo y recuerdo solo mío.
<br />
<br />Yace el abuelo sin luz, ni quizás, ni después.
<br />Para siempre perdió la sorpresa de los días;
<br />no más los labios de una mujer; el vino
<br />ya no será una música en su garganta,
<br />ni los hijos acudirán a su llamado
<br />con el respeto y el amor que la tradición prescribe.
<br />La rueda se apresta a volver a comenzar.
<br />
<br />No podrá leer ajeno las fechas
<br />que disponen los probables limites
<br />pues en este juego de ascensos y derrumbes
<br />su sitio es, irrevocablemente, al otro lado.
<br />
<br />Los pasos de quienes van a su rito
<br />de ambiciones, credos y utilidades
<br />le serán acontecimientos tan imposibles
<br />como el azul distante y como estos versos,
<br />brumosa conspiración de mi tristeza y mi nostalgia.
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br /><strong><span style="font-size:130%;">Leymen Pérez García</span></strong>
<br /><span style="font-size:85%;">Matanzas, 1976. </span>
<br />
<br />Poeta y Editor. Su obra publicada la integran entre otros títulos: “Números del Escombro” (2002), “Transiciones” (2006), “Corrientes Coloniales” (2007). Ha obtenido los premios: Regino Pedroso (2004), Calendario (2006). Ha sido incluido en la antología poética “Otras Islas” – Cubeart 2008.
<br />
<br />
<br /><strong></strong>
<br /><strong>OTRA ISLA</strong>
<br />
<br />
<br />Se abre un patio
<br />en el interior de otro
<br />
<br />colocan animales
<br />frente a una obra
<br />del patrimonio nacional
<br />y luego dinamitan
<br />infinitos metros cuadrados
<br />
<br />en el interior
<br />descubren
<br />otra isla,
<br />otros animales,
<br />con enormes cámaras fotográficas
<br />y con mucha arena
<br />en los ojos.
<br />
<br /><strong></strong>
<br /><strong></strong>
<br /><strong>TRAIDA DE RUSIA
<br /></strong>
<br />
<br />Con el mismo dolor que rozo la madera miro una
<br />vieja fotografía/ los ruidos se repiten una y otra vez
<br />como nombres que nada significan: Olga, Carmen,
<br />Magalis. Mujeres que se hacinan en una isla,
<br />abandonan sus casas y juegan sobre la cuerda floja
<br />como criaturas chatas que no tienen qué comer, pero
<br />comen. Un sito árido en el horizonte puede ser
<br />hermoso con el mismo dolor y las sequedad de los
<br />nudos apretándonos el cuello. Miro una vieja
<br />fotografía. Se han acumulado demasiados silencios
<br />en la madera que rozo, en la ropa traída de Rusia, en
<br />la memoria.
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br /><strong><span style="font-size:130%;">Maykel Paneque</span></strong>
<br /><span style="font-size:85%;">Manzanillo, 1977. </span>
<br />
<br />Ganador de los premios Farraluque 2002, Regino Pedroso 2004, entre otros. Ha publicado “Entre el Caos y el Desamor” (Cuentos, 2005) y “Lezama en César: Una Ventana en el Tiempo” (2007). Ha sido incluido en la antología poética “Otras Islas” Cubeart – 2008.
<br />
<br />
<br />
<br />
<br /><strong>LARVARIUM
<br /></strong>
<br />
<br />Difíciles son estos días de prueba
<br />en que acudo temeroso al llamado de asomarse al
<br />(espejo.
<br />Esta comparecencia diaria confiada al desconcierto,
<br />este rostro ya no mío, expuesto a la impiedad de los
<br />(años,
<br />desmiente el parentesco con la lejana adolescencia
<br />(detenida en fotos.
<br />Desempolvo retratos. A qué simulado empeño
<br />(atribuir
<br />el misterio de envejecer sin detenerme en el cuándo.
<br />Esta travesía a no sé dónde inaugura una fiesta
<br />en la que dejo un gesto irrecuperable,
<br />una razón de más para justificar
<br />por qué no traigo conmigo al que regresa.
<br />
<br /><strong></strong>
<br /><strong></strong>
<br /><strong>III</strong>
<br />
<br />
<br />Sugiero devolverme la voz,
<br />ignorar los rostros derribándose para suplantarme,
<br />ser el único testigo en esta lucha indetenible.
<br />Algo indefinido me agrede.
<br />¿hasta cuándo durará la rivalidad?
<br />¿podré alzar la voz frente al espejo y responder con
<br />(mi rostro?
<br />¿cuál estación regirá definitivamente?
<br />No he convocado a nadie a trazar el camino,
<br />en èl se anuncian oportunidades que ignoro y temo
<br />(descifrar.
<br />He buscado el origen de esta pluralidad,
<br />el por qué la amenaza de pertenecerme,
<br />hoy, que me está permitido
<br />inventar relojes de arena para
<br />(caminantes que nunca regresarán.
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br /><strong><span style="font-size:130%;">Ernesto Ladrón de Guevara</span></strong>
<br /><span style="font-size:85%;">Manzanillo, 1979.</span>
<br />
<br />Escritor, graduado en licenciatura en español. Ha sido incluido en la Antología poética “Otras Islas” Cubeart – 2008.
<br />
<br />
<br />
<br /><strong>HOLGAJE CON CENA</strong>
<br />
<br />
<br />Agita aquel racimo
<br />truena un poco de mes
<br />hecho semilla cáscara dentera
<br />
<br />Del ramal zagueño hasta la copa
<br />en trueque
<br />en avispero un fago de pavo
<br />nos confunde
<br />
<br />Con cresta librea el surco salpica
<br />nuestra cepa
<br />anverso de un legajo morisco
<br />guarecen este marcador que a las garzas empinan
<br />
<br />Y otra vez
<br />Tres islas perfeccionan el señuelo.
<br />
<br />
<br /><strong></strong>
<br /><strong></strong>
<br /><strong>NOCHE MURAL</strong>
<br />
<br />
<br />Escarabajos cavando un túnel
<br />tataguas
<br />hormigas voladoras
<br />cigarrillo
<br />rótulo
<br />
<br />En la mueca del cuarto
<br />planeadores por la sabana
<br />
<br />desvelándose los nombres
<br />cuando la utopía de la luz
<br />calienta.
<br /></div>
<br />Elefante Editoreshttp://www.blogger.com/profile/16042550044782483902noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8856537138917743303.post-63108727976636676002010-05-20T18:00:00.000-07:002010-05-20T18:26:32.862-07:00<a href="http://3.bp.blogspot.com/_bRLXiC8Q9BY/S_Xg6TxiiiI/AAAAAAAAAA0/JTvKKCP5wgc/s1600/Imagen+053.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 240px;" src="http://3.bp.blogspot.com/_bRLXiC8Q9BY/S_Xg6TxiiiI/AAAAAAAAAA0/JTvKKCP5wgc/s320/Imagen+053.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5473528214483798562" /></a><br /><a href="http://2.bp.blogspot.com/_bRLXiC8Q9BY/S_XgNLVGXII/AAAAAAAAAAs/4iXaHOKZiTE/s1600/Imagen+090.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 240px;" src="http://2.bp.blogspot.com/_bRLXiC8Q9BY/S_XgNLVGXII/AAAAAAAAAAs/4iXaHOKZiTE/s320/Imagen+090.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5473527439122914434" /></a><br /><strong><span style="font-size:130%;">Lizabel Mónica</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">La Habana , 1981.</span><br /><br />Poeta, narradora y performer. Licenciada en Historia Universal. Primera mención de poesía erótica Farraluque 2004, primer premio de poesía Erótica Farraluque 2007. Integra la antología de poesía “Otras Islas”, Cubeart – 2008.<br /><br /><strong></strong><br /><strong>CONJUNTO DE PALABRAS</strong><br /><br /><br />Subimos por la ondanada de agua en trozo.<br />Comentamos entre guiños que el astro es inútil a las<br />lombrices.<br />Y le colocamos otro nombre a la escarlata.<br /><br />Hemos sostenido una mano de otra en la nuestra.<br />Comenzamos, repetir esto y esto<br />ininterrumpidamente. Flores que saltan a la vista,<br />desgarradas por el sol, por la demasía en vapores.<br />Eso es la vida, rememoro, y sigo sonriendo, mientras<br />pienso en que mis ojos, en algún instante lejano en el<br />tiempo, se llenaron de brillantes hierbajos como<br />estacas; como (toma esto, puedes hacer, debes hacer<br />algo con ellos).<br /><br /><br /><br /><br /><strong>CONJUNTO DE PALABRAS</strong><br /><br /><br />Si se pudiera tomar un conjunto de palabras y pulirle<br />hasta formar la pieza unitaria.<br />A veces me gustaría tomar la palabra en sí misma,<br />como por azar, y formar con ella, con el ensamblaje<br />de varias de ellas, una pieza mayor, una pieza móvil,<br />pieza cambiante, con palpitación musical, con<br />bombeo de corazón armónico y orgánico. Blando y<br />compacto en la fragilidad de un movimiento<br />intermitente y perenne (hasta que dure la vida que le<br />mantiene andando…).<br /><br />A veces, por azar. A cada palabra.<br /><br />Como pequeñas piezas juntables,<br />como pequeños trozos inmóviles<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Yansy Sánchez Fernández</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">Santiago de Cuba, 1981.</span><br /><br />Poeta y narrador. Licenciado en Filología. Tiene publicados los libros de poesía: “Té Para Bárbaros” y “Maldita Sea”. Ha sido antologado en “Otras Islas” Cubeart 2008.<br /><br /><br /><strong>S/T<br /></strong><br /><br />De varias patrias mi hermana trae las nueces que comemos para hacernos súbditos. Yo que descreí el favor de la humedad y madre la enviaba con sus piernas húmedas a negociar la paz, a ocupar el puesto de varón que nos trajera nueces las reales de cada día y prometidas mil de los nombres que maldigo y madre escupe, porque ésta sale al mundo, y yo vengo a las domésticas con todo atuendo de cocina y puta de reparto, para mimarla luego que regresa humedecida, de varias patrias, con las nueces que comemos de su mano.<br /><br /><br /><strong>S/T</strong><br /><br /><br />En el margen del país me han llamado marginal.<br />Esto es un problema histórico o físico de Dios, que<br />trague la luz, y no pueda decir el tono que me define;<br />sino la letra de carnet con que empieza la Noche, el<br />No terrible y todos los Narginales: mis amigos de<br />poste que antes de mi también le hubieron despedido,<br />fueron traídos al no – ser, y me advirtieron antes, que<br />me llamaran con ingrata o no confiable, que este era<br />mi destino: tras la raya o el poste para esquivar la<br />luz, o esconder mis cabezas en el fango.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Liudmila Quincoses</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">Sancti Spiritus, 1975.</span><br /><br />Poeta y narradora. Ha publicado entre otros libros: “Donde se Cuenta la Historia de un Hombre…”, Ed. Luminaria, 1991; “Un Libro Raro”, (Ed. Capiro, 1995); “En el Ultimo Sendero el Iniciado Piensa”, (Ed. Vigía 1996); “Poemas en el Ultimo Sendero”, (Ed. Abril 2002), “El libro de la Espera”,(Ed. Luminaria 2008). Ha obtenido diversos reconocimientos como el Premio Calendario, (Editora Abril, 2002) y Premio Nosside Caribe, Italia, 2003.<br /><br /><strong></strong><br /><strong>CAJA DE AGUA<br /></strong><br /><br />Íbamos a la casa de unas costureras,<br />me sorprendía la penumbra de la sala,<br />los adornos de una gastada porcelana,<br />los tesoros de aquellas pobres damas.<br />Nunca las llamaba por su nombre,<br />era como deshacer el milagro,<br />yo no estaba.<br />Recuerdo un tocador inmenso<br />con sus piezas de mármol,<br />una cocina, y un lavabo preso en la madera,<br />como una fuente muerta.<br />Lo más sorprendente era la caja de agua<br />con su piedra blanca y la tinaja misteriosa.<br />¿Dónde estará la niña?, preguntaban las costureras.<br />Mi juego era sencillo, entraba en aquel mueble,<br />mi cuerpo se ajustaba a la madera,<br />era la misma sensación de estar en un cofre.<br />Durante toda la tarde me escondía,<br />casi sin respirar, para que no me encontraran,<br />sepultada, en la caja de agua.<br /><br /><br /><br />-------------------------------------------<br /><br />Habitas la casa de las profundidades<br />pero tus ojos penetran la tiniebla,<br />adivinan los paisajes.<br />Te hablo suavemente en las tardes.<br />Sé que entiendes esas palabras<br />con las que describo las cosas,<br />la vida que te espera.<br />Todo es silencio dentro del claustro,<br />A ratos la piel trasluce<br />y adivinas que afuera<br />se suceden las constelaciones,<br />escuchas las mareas crecer en la noche<br />como tú.<br />Hija, qué suerte tenerte,<br />sentir que por ti<br />otra vez nazco.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Isaily Pérez González</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">Santa Clara, 1975.</span><br /><br />Graduada en licenciatura en letras por la Universidad Central “Marta Abreu”. Tiene publicado el poemario “Una Tela Sobre el Bosque”, que obtuvo el Premio Calendario (2006). (Ediciones Abril, 2007).<br /><br /><br /><br />La advertida campanada fabular de las ocho y media<br />rebotaba en los carteles de neón<br />ordenándonos vivir.<br />Detenida en mi sorpresa<br />miro pasar fascinada la suntuosa sonrisa de April Siddons<br />mi monstruo predilecto.<br />Como al ralentí desfilan sobre los adoquines<br />–y quizás para mí–<br />las piernas larguísimas y perfectas<br />que pudieran bastarse por sí solas<br />para hacerme recordarla eternamente.<br />Otra hubiera querido morir<br />cerrar los ojos.<br />Paseantes nos cruzaron por los lados<br />ajenos al secreto flashazo<br />de la que vio a los inmortales descendiendo.<br />Otra hubiera dicho “basta” o “suficiente”<br />pero soy yo quien te está mirando,<br />April Siddons,<br />que tuviste suspendido el tiempo<br />y ahora como el gato de Cheshire te vas<br />para dejar flotando sobre un parque circular de Santa Clara<br />la sugerencia ambigua de tu boca lujosa.<br /><br /><br /><br /><strong>RETRATO JUNTO AL CASTILLO<br />DE LA FUERZA</strong><br /><br /><br />Donde debió estar el otoño de 1999<br />esa foto.<br />Ella miraba hacia nada suavemente.<br />Pudo ser más que una foto<br />un miniado camafeo,<br />una joya mineral equilibrándome el pecho.<br />Sin embargo, una foto.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">María del Carmen Sanabria Castillo</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">Matanzas, 1975.</span><br /><br />Doctora, poeta y narradora. Ha obtenido diferentes premios como: Primer lugar en el Juan Francisco Manzano, Alfredo Torrroella, Ada Elba Pérez, Abdala. Ha publicado los libros “Noticias del Agua y Animales que me Cuentan”, (Ed. Extramuros). Ha sido incluida en la Antología de poetas y Artistas Cubanos. Diana Edizioni – 2009.<br /><br /><br /><strong>NARCISO </strong><br /><br /><br />Yo soy la que despierta<br />Allí en la gota<br />O en las ondas disueltas por la piedra;<br />Aprendido el verano<br />Como nombras cosechas<br />Semejantes,<br />Y al margen de los incendios<br /><br />Yo soy el más antiguo<br />La estirpe de realengo<br />Aquel continuo abrirse<br />De los siervos que juegan a beber,<br />Permitiendo a la lluvia un posible retorno<br /><br />Oh mundo que renuevo de caída en caída<br />Entonces era el alba un rostro entre las hojas,<br />La espera en el asombro ante mis tránsitos<br />Intervino el perfume de los lotos,<br />Acarició su eternidad a un joven.<br /><br />Y soy su juventud,<br />El candor de su cuerpo fabulado a mis aguas<br />Tuve mi nacimiento,<br />Iba a morir un día,<br />Como las tantas cosas envidiadas.<br /><br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong>A SOLAS</strong><br /><br /><br />Las madres se esconden para llorar<br />Lloran a Dios, por Dios, con Dios.<br />A solas.<br />Hoy recuerdo a la mía rasgando su guitarra,<br />Murmuraba canciones en un tono humildísimo<br />Y con ojos de nube se transformaba en notas.<br /><br />A sus pies,<br />La chiquilla mutilaba muñecas<br />Y egoísta pedía una y otra canción<br />Tú has entrado en silencio<br />Y tiras de mi almohada<br />Yo no tengo guitarra<br />Pero me escondo a veces<br />Para llorar a Dios, por Dios, con Dios<br />A solas.<br /><br /><strong><span style="font-size:130%;"></span></strong><br /><strong><span style="font-size:130%;"></span></strong><br /><strong><span style="font-size:130%;"></span></strong><br /><strong><span style="font-size:130%;"></span></strong><br /><strong><span style="font-size:130%;">Daniel Díaz Mantilla</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">La Habana, 1970.</span><br /><br />Narrador, poeta y ensayista. Ha publicado Las Palmeras Domésticas (narrativa, Premio Calendario 1996), “en•trance” (narrativa, Premio Abril 1997) y “Templos y Turbulencias” (poesía, 2004). Ha sido incluido en la Antología de Poetas y Artistas Cubanos. Diana Edizioni – 2009.<br /><br /><br /><br /><strong>MI TORPEZA<br /></strong><br /><br />En una lengua artificial,<br />con términos arcaicos, casi muertos,<br />nombro estaciones conocidas del alma, sentimientos<br />que comparten el bodeguero, el lama, la mujer y el duende.<br />Mis preguntas son a veces tus preguntas.<br />Mi temor es serte vano,<br />es que el lenguaje nos aparte y mi torpeza.<br />¿Qué te puedo decir que no diga ya el árbol?, me pregunto.<br />¿Cuánto puedo soñar que no hayas tú soñado?<br />Sólo describo esta tangible condición,<br />pongo a tus ojos las palabras que me he dicho.<br />Sólo comparto mi luz y mis penumbras,<br />abro mi soledad ante el lejano espacio de tu mente.<br />Nada espero de ti, sino que existas.<br /><br /><br /><br /><strong>ESPADAS<br /></strong><br /><br />Jugamos a creernos ser de acero<br />y como espadas nos lanzamos al encuentro.<br />Un solo golpe nos quebró, un solo beso.<br />Entre la hierba olvidados,<br />rendida hoy la hoja trunca a la intemperie,<br />bronco el metal ayer cimbreante,<br />no reflejamos ya el sol,<br />nada decimos a este rebaño cabizbajo<br />que, sobre la vasta llanura,<br />polvo de guerreros pasta.<br />¿Manos de una ira absurda fuimos,<br />la furia del combate nos atrajo<br />hierro contra hierro en chispas, melladuras;<br />o fue el destello de tu filo al desnudarte,<br />los signos en mi hoja,<br />la pasión con que cortamos el aire<br />hasta encontrarnos?<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Karel Leyva Ferrer</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">Santiago de Cuba, 1975.</span><br /><br />Especialista de Literatura en la Casa de la Poesía de la Oficina del Historiador de Ciudad de La Habana. Ha sido merecedor de los Premios de Poesía Nosside Caribe y Regino Pedroso. Tiene publicado un poemario titulado “Cambio de Marea”. Ha ido incluido en la antología de Poetas y Artistas Cubanos, Diana Edizioni 2009.<br /><br /><br /><strong></strong><br /><strong>OBITUARIO</strong><br /><br /><br />En el desfiladero<br />orlado de amatistas y bemoles<br />está el sitio donde sirve el soldado<br />su última faena<br />en la oquedad<br />ha brotado un musgo<br />y en el tranquilo rostro<br />una blanca textura<br />se enarbola<br />“Nada como morir<br />-ha dicho el oficial de turno-<br />pata hacer nuestro destino imperecedero”<br />He prendido la luz<br />y acostado interrogo las últimas palabras<br />Mis hijas duermen bien<br />mi esposa tiene miedo de esos sueños<br />y pregunta que pasa<br />Cambiamos la estación<br />la noticia es igual<br />ha muerto<br />el tiempo<br />los músicos regresan<br />se abre un apartamento para sordos<br />y desfilan y bailan nuevos muertos<br />los buenos<br />y los malos<br />los ajenos<br /><br /><br /><br /><strong>XI </strong><br /><br /><br />Una ciudad espera por mis huesos<br />por la raíz de pájaro indomable<br />que tiende el mar<br />Trasquilo<br />los reyes domésticos sobre el arrecife<br />en lacónicas notas de salvación<br />Si hay algo que debo perdonar<br />será a su tiempo todo importa<br />hasta el color del vientre del cetáceo<br />que ahora llamamos isla<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong>Isbel Díaz Torres</strong><br /><span style="font-size:85%;">Pinar del Río, Cuba, 1976.</span><br /><br />Es Licenciado en Biología, graduado de la primera promoción del Curso-Taller Historia y Práctica de la Creación Poética (2003-2004). Ha sido merecedor de los premios Palma Real - 2003, de la Casa de la Cultura Cubana en Torino, Italia; y Mención Premio David 2004, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Ha publicado “Oboe”, (Ediciones Extramuros 2005). Ha sido incluido en la Antología de Poetas y Artistas Cubanos, Diana Edizioni 2009.<br /><br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong>OBOE<br /><br />ADAGIO DEL CONCIERTO<br />PARA OBOE DE BACH</strong><br /><br /><br />Alarga como pico cantor y rezuma<br />–clavicémbalo por sombra–<br />cerca del lecho de tintas.<br />Anuncia un buen dios, un amado dios<br />que se enciende en la penumbra<br />como carbunclo palpitante<br />y se devuelve de todas las esquinas,<br />de la verja oxidada en los adioses,<br />del transcurrido atardecer.<br />Infiltra por las mangas aquel perfume doloroso,<br />aquella brujita ineficaz<br />que floreció tras<br />la lluvia<br />como trino en el vergel donde retoña el oboe.<br /><br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong>EN LA NOCHE</strong><br /><br /><br />¿Dónde te veo? ¿En las letras del bardo?<br />¿En la sola tristeza de mi roca?<br />Te veo donde te veo: en la boca<br />de la noche, en el miedo, allí te guardo.<br />Cargar con el amor, con este fardo<br />tremendo, angustia que no desemboca,<br />llevarlo a cuestas, lento, a mi poca<br />altura... (respiro hondo... me tardo...)<br />Llevarlo allí, ponerlo como un pan<br />en la mesa, sembrar mis surcos todos.<br />¡Ah, Dios! Si pudiera moldear tus lodos<br />con su nombre, su semilla al imán<br />que gira en mi luz... pero no. Mi afán<br />es verlo en la noche, de todos modos.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Maylén Domínguez Mondeja</span></strong><br />Cruces, Cienfuegos, 1973.<br /><br />Poeta, narradora y editora. Ha publicado: “Historias Contra el Polvo” (poesía 1998), “Evangelista y los Recuerdos” (narrativa 2001). Premio Pinos nuevos 2003. Ha sido incluido en las antologías poéticas Cuerpo sobre Cuerpo, Palabras en la Arena y Antología de Poetas y Artistas Cubanos, Diana Edizioni 2008.<br /><br /><br /><strong>LA TARDE SIMPLE</strong><br /><br />Mientras contemplas el mar con inocencia,<br />la tarde simple…<br />me entretengo en hallar un silogismo.<br /><br />Ya he visto mucho esas aguas<br />—te digo.<br /><br />Hace diez años<br />amaba esta ciudad que ahora me aturde.<br /><br />Mucho he mirado ese mar irrepetible,<br />cuánta esperanza dejé sobre los muros,<br />para después añorar,<br />país adentro,<br />pues la ciudad era intensa<br />y deseable.<br />¿Comprendes la incertidumbre que doy?<br />Mi ambigüedad<br />hoy nada tiene que ver con lo perdido.<br /><br />De haber buscado verdades más sencillas<br />entendería,<br />agradeciendo esta hora humanamente,<br />que una ternura<br />puede alegrarlo todo.<br />Así de simple.<br /><br /><br /><strong></strong><br /><strong>DE LOS PEQUEÑOS VIAJES</strong><br /><br /><br />Añoro aquel idioma de los trenes perdidos.<br /><br />Recostada al paisaje<br />mi ausencia iba dejando los pueblos neblinosos.<br />Pude inventarme un mundo de espaldas al que entonces creía superado.<br /><br />Sería justa la vida<br />mientras sintiera el paso rieloso de la sangre,<br />sin nada que ocultar.<br />Yo apenas sé escribir lo que mi fondo aúlla.<br /><br />Amaba aquel idioma,<br />su estela derramada sobre mi vida frágil.<br />Si hubo nostalgia sería por vanidad,<br />ese dulzor reservado a quien elige<br />y se cree a salvo.<br /><br />Noche provinciana,<br />sólo tenemos en común<br />la rancia mansedumbre que hoy me hace claudicar.<br />Yo apenas sé escribir lo que no puedo darme.<br /><br />Nada me dice ya un andén,<br />el mundo es lo que toco bajo la noche inmóvil.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Ana María Pedroso Guerrero</span></strong><br />La Habana 1973.<br /><br />En 1995 se publicó en italiano el cuento La Ventana en la antología de escritores jóvenes cubanos “La Baia Delle Gocce Notturne” por cuenta del editor Besa de Lecce. En 2003 recibió en Italia el premio internacional de poesía “Nosside” XIX edición. Ha sido antologada en la Revista Hispanoamericana de Literatura.<br /><br /><br /><strong></strong><br /><strong>TÚ</strong><br /><br /><br />Por qué el tiempo se detiene<br />sin darse cuenta<br />que atraviesa el camino<br />Se detiene<br />y de nuevo me humedecen tus labios<br />y salta por el suelo cada botón<br />de la camisa blanca y<br />las horas enajenadas de algodón de azúcar<br />y el pendiente ensombrecedor de mejillas<br />y el sonido perdido de palabras rebuscadas<br />y tus manos cubiertas de murmullo<br />de grillos marineros y<br />grillos marineros fueron<br />sin un ancla vencedora de puertos invisibles<br />benévolos y bienvenidos sean los errores<br />pertenecientes a esta tierra con el afán<br />de tus manos<br />Las luces amordazan el alba<br />para los necesitados estás en guardia tú.<br /><br /><br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong>CUERPO</strong><br /><br /><br />Quiero que me veas por toda la casa que vuelo desnuda<br />mientras haces el amor con ella<br />quiero como un fantasma estallar dentro de tu piel eterna etérea<br />y erguirme y girar como las aspas del ventilador<br />que pende del techo de la sala<br />quiero erguirme de nuevo<br />Y con dos o tres brazadas entrar a tu cuarto nadando<br />en la densa neblina que dejaron nuestros viejos olores<br />mientras veo tus ojos amarillos despojarla de sus inútiles bríos<br />floto mientras tu cuerpo anida en el suyo y tu estas lejos distante alto<br />y tus alas están volando otros vuelos<br />quiero que me veas por toda la casa que vuelo desnuda<br />mientras tus ojos amarillos me persiguen indefensos<br />atravieso el jardín el prado el gran bosque<br />regreso te tiendo la mano<br />apoyo lentamente en los tuyos la punta de mis pies.Elefante Editoreshttp://www.blogger.com/profile/16042550044782483902noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8856537138917743303.post-46299476431509333222010-05-20T17:19:00.000-07:002010-06-02T05:55:39.084-07:00<a href="http://4.bp.blogspot.com/_bRLXiC8Q9BY/S_XVZIM4Z_I/AAAAAAAAAAk/m_nGN74kSEY/s1600/P1020009.JPG"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 240px; DISPLAY: block; HEIGHT: 320px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5473515549813663730" border="0" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_bRLXiC8Q9BY/S_XVZIM4Z_I/AAAAAAAAAAk/m_nGN74kSEY/s320/P1020009.JPG" /></a><br /><div><strong>José Ramón Sánchez Leyva</strong><br /><span style="font-size:85%;">Guantánamo, 1972.</span><br /><br />Obtuvo el premio de poesía Fundación de la Ciudad (1998) y el Premio Regino E. Boti (1998).Ha sido incluido en las antologías poéticas Cuerpo sobre Cuerpo Sobre Cuerpo (2000), Los Parques (2001), A Salvo en el Estío (2002), La Estrella de Cuba (2004).<br /><br /><br /><strong></strong><br /><strong>CUANDO EL LENGUAJE QUE<br />DESIGNA LO FUTURO…</strong><br /><br /><br />Cuando el lenguaje que designa lo futuro<br />nada signifique, y se haya liberado cualquier<br />intimo gesto, y al universo mis pupilas<br />sienta renacer (sabiendo el poder del tiempo<br />que nos integra y gasta), y abarque la insalvable<br />realidad que nos condena, y el distinto espacio<br />que habitamos densamente sea posible,<br />yo a ti, lector futuro, te negaré porque agotas<br />la salvaje plenitud que se me escapa.<br /><br /><br /><strong></strong><br /><strong>XXIV<br /></strong><br /><br />Una vez sin oído<br />miente apenas, y dócilmente cae<br />tras el silencio y soberbia<br />que los perennes lazos<br />de su pecho, encierran:<br />Sedientas palabras<br />sin ocasión ni cuidado,<br />callado gesto de olvidar<br />que defiende y guarda<br />la sombría espera<br />de advertir un sol.<br /><br />Llamar es la penosa<br />Distancia del vencido.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Frank Castell</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">Las Tunas, 1976.</span><br /><br />Ha publicado los poemarios “Confesiones a la Eternidad” y “El Suave Ruido de las Sombras”. Ha sido antologado en Cuerpo sobre Cuerpo sobre Cuerpo (2000), Los Parques (2001) y La Estrella de Cuba (2004).<br /><br /><br /><strong></strong><br /><strong>QUASIMODO Y LAS MÁSCARAS<br />DEL TIEMPO</strong><br /><br /><br />Lejos del mundo ciudad<br />rasgo el corazón inerte<br />a cada sombra que advierte<br />espinas en la verdad<br />Lejos pernocta mi edad<br />sin árboles<br />(Padre reza<br />sabiendo que el mundo pesa<br />sobre mi espalda)<br />No importa<br />si París es una corta<br />premonición en la mesa<br /><br />Tantas muertes sobre el lienzo<br />soy bufón rasgo la orilla<br />del códice que me astilla<br />los ojos<br />Temo al incienso<br />Y busco un alma entre el denso<br />hospicio<br />¿Quién me traiciona<br />el nombre y luego cuestiona<br />este dolor sin ventana?<br />Mi pecho es una campana<br />y París no me perdona.<br /><br /><br /><strong></strong><br /><strong>DE FRENTE A LA PARED<br /></strong><br /><br />Cuando el dolor te atrape<br />Como a una fiera envilecida,<br />No disimules<br />Ni pretendas ser un elegido<br />Porque el dolor se marcha<br />Y lo demás es solo escombro<br />(agua turbia que siempre ha sido turbia).<br />Cuando tus pasaos vaguen<br />Sedientos de no ser<br />Tu ultima razón,<br />No recuerdes la infancia,<br />Ni persigas el fin que no te corresponde,<br />Porque la historia es una foto absurda<br />En la que aun no eres bienvenido.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Ronel González Sánchez</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">Cacocum, 1971.</span><br /><br />Premio de la Ciudad de Holguín por su primer libro de décimas “Algunas Instrucciones Para Salir del Sueño”. Ha publicado los poemarios: “Desterrados de asombros” (1997), “Zona franca” (1998). “El arca de No Sé” (2001), entre otros. Ha sido antologado en La estrella de Cuba (2004).<br /><br /><br /><strong></strong><br /><strong>ORACIÓN CONTRA LA DECADENCIA</strong><br /><br />He recostado mi cabeza sobre la irrealidad<br />de unas sábanas que anuncian la Caída<br />oculta en el doblez de los remiendos<br />que no podré sustituir como un verso por otro.<br /><br />Pienso en el infortunio de ignorar<br />la senilidad que anula cualquier reino posible<br />mientras repaso la subrepticia demolición.<br /><br />Aquí todo está bien,<br />salvo el horror intraducible a una línea fatal,<br />salvo días amarillentos como la mancha en la pared<br />donde comparo la geografía de una isla<br />con el borde raído de mis sábanas.<br /><br />He querido ignorar hondos cubículos de niebla<br />que me acompañan a lo largo de todos mis discursos,<br />pero siempre termino por repasar las aniquilaciones<br />del Vacío,<br />las tiranteces del poema que no puede cubrirme.<br /><br />Horas de zozobrar<br />sin la incertidumbre lúbrica de las monedas,<br />eternidades para traducir la señal que el otoño<br />carboniza sobre una hoja<br />escrita contra la veleidad.<br /><br />Tales son los minutos en que apenas distingo<br />los influjos de seguridad que me abandonan.<br />Y temo reproducir los argumentos<br />que intuyo en solitaria decadencia<br />cuando sobre los hilos rotos discurre mi obsesión<br />como la incauta serenidad de una pregunta.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Marilyn Roque González</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">Jagüey Grande, 1972.</span><br /><br />Ha publicado los poemarios: “Imagen y Semejanza” (Matanzas) y “Poemas Para Entender Al Loco” (Vigía). Ha sido incluida en antologías de poesía como: Cuerpo sobre Cuerpo sobre Cuerpo (2000), Mujer Adentro (2000), Los Parques (2001), La Estrella de Cuba (2004), entre otras.<br /><br /><br /><br /><strong>LA RONDA</strong><br /><br /><br />Bajo la calavera de alabastro<br />tres mujeres sacuden el polvo de sus infiernos.<br />Cada una desconocida para sí,<br />cada una ajena.<br />Bajo la calavera de alabastro<br />tres mujeres sacuden sus ropas en el tablero.<br />Cada una olvidada antes,<br />Cada una etérea.<br />Bajo la calavera de alabastro<br />una mujer mira a otras dos sacudir lo que han amado.<br />Cada una incierta,<br />Cada una perdida.<br />Bajo la calavera de alabastro<br />una mujer mira a otras dos sacudir lo que han tenido.<br />Cada una más cercana,<br />cada una propia.<br />Bajo la calavera de alabastro<br />una mujer mira a otras dos sacudir lo que han soñado.<br />Cada una esperada siempre,<br />cada una pensada.<br />Bajo la calavera de alabastro<br />Una mujer leve<br />Una mujer pesada<br />Una mujer<br />¿Cuál de las tres más sola?<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Arlen Regueiro Mas</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">Ciego de Ávila, 1972.</span><br /><br />Poeta, narrador y crítico literario. Graduado de promotor cultural. Ha sido merecedor de algunos premios entre ellos el Premio Semejante a la Noche de la UNEAC, 1993 y el Premio Raúl Doblado del Rosario, 1997. Ha publicado “Páginas del Agua”, (Ediciones Ávila, 1998), “Memorias del Cuerpo”, (Ediciones Ávila, 2000) e “Identidad para el Silencio”, (Ediciones Ávila, 2003).<br /><br /><br /><strong></strong><br /><strong>TATUAJES DEL ALMA<br /></strong><br /><br />Yo he de nacer de mí<br />socorriendo a la madre que se avecina imposible<br />como imposible hade ser el vértigo mismo<br />por la errante mortaja de la arena<br />yo no soy de esos que aman a su madre<br />cuando la noche aventura un ojo impúdico<br />desde el invierno que la piel ilumina<br />sobre los rastros del polvo<br />yo no soy de esos travestidos de lluvia<br />donde el estío es tránsito calculado<br />ausencia de sí en el sepulcro de la casa<br />mi madre puede ser un perfil semejante<br />muriendo cada tarde los tatuajes del alma<br />y no ser padeciendo mi vientre solo huesos<br /><br /><br /><br /><br /><strong>AMHERST. MASSACHUSSETS.<br />19 DE DICIEMBRE DE1848</strong><br /><br /><br />Que tarde nos acoge el cierzo<br />cuando peldaño a peldaño caen las horas<br />y hay tras la ventana una migaja de voz<br />que desnuda su vuelo en transparencias.<br /><br />Nos ciñe la noche<br />con su gesto todo de ver lo indiferente<br />de estar cerca del álamo esperando.<br /><br />Cuando llegue el azul quiero estar viva<br />ser una pálida intimidad entre su mano y mi boca<br />un distante silencio.<br /><br />Déjenme sola aquí con su mirada<br />Donde hay un cierto sesgo de la luz*<br />que nada importa.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Ray Faxas Fernández</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">Guáimaro, Camagüey, 1975.</span><br /><br />Poeta y narrador. Ha obtenido entre otros premios: Décima y Eco-logía (2000); Manuel Cofiño (2002), tercer premio Regino Pedroso (2001), premio José María Heredia (2008) Ha publicado “Apuntes Desde el Filo de la Navaja” (2001), “La Carne de los Insectos” (2003), “Dorso de Figuras” (2005).<br /><br /><br /><strong></strong><br /><strong>ANTES DEL MAL DORMIR</strong><br /><br /><br />Cuando la tarde se vuelva un círculo<br />y las manos este frío que te abraza los párpados<br />y te cierra la boca; cuando además<br />de las mariposas puedas encontrar<br />un viernes despidiéndose, un caballo que salta<br />hasta la memoria y no te reconoce;<br />no sabe qué hay detrás de ti,<br />no sabe si llueve un café hasta el borde<br />de los ojos. Cuando la puerta se cierra<br />y no llega a acompañarte, no deja<br />que el viento cruce este frío desolado<br />y golpee una y otra vez sobre tu corazón<br />y salte sigiloso donde alguien te promete<br />un nuevo hermano, una novia que te besa<br />antiguamente como cuando eras un niño.<br />El mundo gira se detiene y vuelve otra vez<br />a ser distinto.<br />Cuando cruce frente a ti un caballo<br />piensa que puede ser tu madre la que sueña,<br />la que se vuelve un círculo, una mariposa,<br />o este sueño que llegará dentro de poco.<br /><br /><br /><br /><strong>ANIMAL DE FONDO</strong><br /><br /><br />Sé que morirse puede parecer tan común.<br />Si un pájaro pasa y te alumbra con sus alas<br />te volverás a ver tu sombra o la sombra del pájaro.<br />Un niño pudieras ser pero es demasiado temprano,<br />demasiada luz para reconocerte.<br />Hay una vela que te alumbra. Un fósforo<br />que perderá la cabeza para ser lo mismo,<br />pero lo mismo eres tú o tu pesada oscuridad.<br />El pájaro volver a encenderte una esquina,<br />a picotear justamente tras la empecinada noche.<br />Un pájaro es lo mismo que un sueño.<br />un sueño es lo mismo. Pero tampoco.<br />Sé que morirse puede parecer tan común,<br />y que…<br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Francis Sánchez Rodríguez</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">Ciego de Ávila, 1970.</span><br /><br />Poeta y ensayista, obtuvo el premio Debate Provincial de 1993, en el género de poesía. Entre sus publicaciones: “Revelaciones Atado al Mástil” (Poesía, Ed. Ávila, 1996. libro finalista del Premio Nacional de la Crítica), “El Ángel Discierne Ante La Futura Estatua De David” (Poesía, Premio América Bobia 1999. Ed. Vigía, Matanzas, 2000).<br /><br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong>PAYASO</strong><br /><br /><br />Mis hermanos son más fuertes. Caminan solos.<br />Aunque el pincel rojo a veces diluye<br />los signos de mi cara -olfato y pupilas-<br />puedo ver sus victorias disueltas en el aire.<br />Soportan la ojeada del tiempo como un brillo<br />que no anduvo en sus bocas ni en la estrella.<br />Hablaban dónde había hambre y sed<br />sólo después de haber sentido sangrar la caja y los zapatos.<br />Con mis pies yo hago menos<br />que ellos con un cansado temblor de las pestañas.<br />Su pasado es el último botón.<br />Mi alma está previsto que entre y salga<br />como una venda fría. De un martillazo<br />a un nudo, encabalgado entre armes y desarmes<br />de jaulas y redes -se negoció así- yo corro,<br />caigo por afuera de las bombillas<br />y siempre vuelvo al círculo.<br />Ir huyendo delante<br />de mí: estaba escrito que esto da risa.<br />Pero ellos, mis hermanos silenciosos, más fuertes.<br />Ardían sin dar luz, partieron con oblicuas<br />uñas de aves la tira del contrato.<br />Storni, Pavese, Pizarnik, Escobar, ahora<br />tienen su propio asiento, su acto en la oscuridad.<br /><br /><br /><strong></strong><br /><strong>FONDO DEL OJO</strong><br /><br /><br />Pedaleabas dulce y vorazmente.<br />Girabas como un prisma nuevo en mitad del mundo.<br />Deshacías distancias entre ideas / colores<br />fatiga voluptuosa / invulnerables ecos.<br />Le pusiste el candado viejo a la bicicleta<br />y llegaste corriendo a la consulta.<br />“Si te cuidas, no tienes por qué terminar ciego”,<br />dijo la especialista.<br />Ese día, por primera vez, miraste<br />dentro de la cerradura antes de pasar la llave.<br />El camino / el paisaje de regreso<br />hace ruido, inmensa fiesta incomprensible.<br />Tienes la sensación de que ningún objeto<br />negro o blanco -cerca o lejos- se deja recordar.<br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">George Riverón Pupo</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">Holguín, 1972.</span><br /><br />Poeta, estudiante de la Facultad de Cine, Radio y Televisión ISA. Primera mención del Encuentro Nacional de Talleres Literarios, 1995. Premio de la Ciudad de Holguín, 1996. Accésit del Premio de Poesía Encina de la Cañada, en España. Tiene publicado los cuadernos: “Extraños Seres de la Culpa”, “Contra la Soledad de la Sombra” y “Los Días del Perdón”.<br /><br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong>EN LA DEMORADA CICATRIZ DEL POLVO</strong><br /><br /><em><span style="font-size:85%;">“con los pies en los gladiolos, duerme”.<br />A. Rimbaud</span></em><br /><br /><br />Sobre una alfombra de hojas otoñales<br />he puesto el corazón<br />para que duerma su siesta-soledad<br />para que en la húmeda transparencia de la luz<br />su principal costumbre se diluya<br />con los pies enredados en el perfume leve de los gladiolos<br />le observo desangrarse<br />como el más antiguo de los deseos<br />murmurando con el ronquido de su saxo<br />una pobreza enorme<br />ceniza que el viento va fijando<br />en la demorada cicatriz del polvo<br />de nada sirve el cuerpo que<br />deseado hasta la lasitud<br />vi morir acuchillado<br />con un gesto lívido<br />suave como una canción<br />en los labios del recuerdo<br />cuerpo que transformé en bahía<br />en puerto al que llegaba<br />para saciar mi sed<br />bebiéndote la vida<br />y esos ojos inmensos donde cabía mi rabia<br />y mi benevolencia<br />sobre esa misma alfombra de hojas<br />que el otoño ha ido acomodando silenciosamente<br />he puesto también esta miseria que dios<br />en su más absoluta intimidad<br />nos va dejando<br />pétalos para abanicar el perfilado acento<br />de esos nombres<br />que hicieron de tu cuerpo<br />una sombra ajena<br />y muda.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Alejandro Ponce Ruiz</span></strong><br />Manzanillo, 1974.<br /><br />Ha publicado los poemarios: “Oscuros de Fuego” (plegable, 1991) e “Ius Postliminii”, (2002). Aparece en las compilaciones Casa De Las Alucinaciones (1995) y Al Sur Está La Poesía (1997).<br /><br /><br /><br /><strong>TRASIEGO DE PACAS</strong><br /><br /><br />Desde incuestionable punto de vista y en esta hora sería bueno…<br />Isaac el africano/ incivil trashumante<br />que asegura haber nacido en la Odessa cuasi soviética<br />desde las entrañas de fémina blanca jamaicana<br />ya no se empleará más en el trasiego de escogidas<br />especies de carneros lanudos<br />para el sacrificio en los mercados<br />En noches de no hacer nada<br />se planta cual un poseso<br />bajo la frondosidad madre del árbol antifonal<br />y silba aburridos compases de La Torah Sagrada<br />en oposición de…<br />...de que algunos fianas insisten en apartarlo<br />él se afirma al instrumento bucal<br />e interpreta ad infinitum La Torah<br />A Isaac el africano le duelen las nostalgias<br />de sus clientes por la fibra del carnero lanudo<br />Le duelen sus propias nostalgias<br />y en la noche retorna a la sombra del árbol<br />antifonal y se mejora se planta<br />«Mejorar las nostalgias de mis clientes<br />es igual que consumir cervezas en las plazas»<br />piensa Isaac y espera el trasiego<br />Las pacas siempre llegan del sur<br />cruzando de la costa a la ciudad<br />igual de la ciudad a la costa<br />Algunos fianas insisten en apartarlo<br />Él se afirma al instrumento bucal<br />Sorprende que determinados clientes todavía<br />sientan nostalgias cuando falta en la mesa<br />la fibra del carnero lanudo.</div>Elefante Editoreshttp://www.blogger.com/profile/16042550044782483902noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8856537138917743303.post-71709815126271199002010-05-20T16:56:00.000-07:002010-05-20T17:19:08.573-07:00<a href="http://3.bp.blogspot.com/_bRLXiC8Q9BY/S_XQt7dkiHI/AAAAAAAAAAc/DcN-iP0fLQw/s1600/P1020297.JPG"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; DISPLAY: block; HEIGHT: 240px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5473510409613117554" border="0" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_bRLXiC8Q9BY/S_XQt7dkiHI/AAAAAAAAAAc/DcN-iP0fLQw/s320/P1020297.JPG" /></a><br /><div><span style="font-size:130%;"><strong>Herbert Toranzo Falcón </strong><br /></span><span style="font-size:85%;">Ciego de Ávila, 1972.<br /></span><br />Ha publicado los volúmenes“La Torre de Donovan” (cuento, 2002) y “Puente Sobre el Estigia” (poesía, 2002). Textos suyos aparecen en las antologías Arribos De La Luz (2000), Antología De La Décima Cósmica De Ciego de Ávila (2002) y Poemas Casi Humanos (2008).<br /><br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong>SURGIMIENTO<br /></strong><br />La renuncia también, la asible danza<br />profesan el dolor de estas orgías,<br />amago del espíritu, sombrías<br />formas a contraluz, en lontananza.<br /><br />Para evadir el tiempo fui creado,<br />como espina en la sed que me circunda.<br />Llueve dentro de mí. Larva profunda<br />soy de algún espiral, breve soldado.<br /><br />Antes he perecido, torvamente,<br />sin el desnudo afán de las arenas<br />mutilando mis ojos, mi reflejo.<br /><br /><br />Cada signo es un agua diferente<br />sobre el nuevo dolor, murmullo apenas<br />que nacerá del vórtice, perplejo.<br /><br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong>EL DIOS MUERTO<br /></strong><br />Y las almas conservan el hartazgo<br />de mi antigua preñez. Cavan mi herida<br />con ensueños de lámpara vertida,<br />y apacientan el rostro donde yazgo.<br /><br />Semejante al silencio, da conmigo<br />la noche, desventura inexplorada.<br />Bajo su resplandor la muerte es nada,<br />golpe de mar apenas enemigo.<br /><br />Mas no guardo los ojos ni desciendo<br />buscándome, traidor de mi lujuria;<br />No soy yo quien fulmina y desespera.<br /><br />Con la luz algo virgen va partiendo.<br />Tornase manantial, visión espuria,<br />cual si un niño febril se despidiera.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><span style="font-size:130%;"><strong>Kenia Leyva Hidalgo</strong></span><br /><span style="font-size:85%;">Holguín, 1974.</span><br /><br />Poeta y narradora. Obtuvo el Premio de Poesía Adelaida del Mármol 2002, y el Alcorta 2003 en Pinar del Río. Ha publicado “Disertación de Cleopatra Mientras Amanece Sobre Roma” (Ediciones Papiro, 2000), “La Limpia Sangre del Cordero (Ediciones Holguín, 2003) y “Yo No Podría Jurar” (Editorial Cauce, 2004).<br /><br /><br /><br /><strong>DIARIO DE UNA ISLA<br /></strong><br />Ante estas costas,<br />desnudas literalmente hasta los huesos,<br />me asombro de mí misma,<br />de siglos pendientes a un reloj de arena,<br />del canto lunático de un caracol<br />poseído por fantasmas remotos.<br />Es verdad, mis ojos guardan historia<br />animales extintos, catedrales convulsas,<br />hombres tragándose el mar<br /><br /><br />como una copa de vino.<br />Tengo heridas que la sal alimenta todas las mañanas<br />y un delirio de lejanas criaturas.<br /><br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong>PENÈLOPE O LA OTRA VERSIÒN</strong><br /><br /><br />Ulises,<br />no creas en la leyenda,<br />sólo fui un experimento de los hombres.<br /><br /><br />Hubo noches que abría las cortinas<br />esperando algún mancebo hiciera arder mi vientre.<br />Mis manos fueron una excusa<br />no sólo pretendieron enredar y desheredar la madeja<br />en una monotonía inocente.<br />Ardían, Ulises, ardían,<br /><br />si por la plaza vagaba un varón<br />con el pecho desnudo.<br />Eran tantos los años... tanta la distancia,<br />mi cuerpo fue perdiendo la nitidez del tuyo,<br />los días delataban verdades insoportables.<br />Ya estás frente a mí,<br />ahora puedo decirte lo que la historia nunca contará.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><span style="font-size:130%;"><strong>Israel Domínguez Pérez</strong></span><br /><span style="font-size:85%;">Placetas, 1973.</span><br /><br />Ha publicado los poemarios “Como Si La Muerte Hubiera Sido Un Sueño”, “Poemas Tempranos”, “Invitaciones” y “Hojas de Cal”. Ha sido antologado en Cuerpo Sobre Cuerpo Sobre Cuerpo (2000), Los parques (2001), La estrella de Cuba (2004).<br /><br /><br /><strong></strong><br /><strong>RELEYENDO PARADISO<br /></strong><br /><br />De sus dientes brota una burla:<br />no conozco la marca del auto<br />en que ella y sus amigos<br />recorren el país.<br /><br />Recuerdo cuando aquellos muchachos delicados<br />con la vista se decían:<br />“Qué horror, no sabe quién es Andrea Bocelli”.<br /><br />“Releyendo Paradiso”,<br />respondí en un banco<br />donde leía por primera vez<br />aquellas páginas.<br /><br /><br /><br /><strong>DESPUÉS DE ACOMPAÑAR A<br />WILLIAM JONES</strong><br /><br /><br />Pregunta mi nombre… dice:<br />(Luego te veo).<br />Ver – en este caso – no significa reunirse,<br />mucho menos descubrir.<br />William Jones<br />-cliente de la habitación 4372-<br />ha querido decir<br />que cuando tenga cambio<br />dará algo de propina.<br />Más de una vez lo he visto pasar.<br />(Se le ha olvidado),<br />digo para no lastimarme<br />con la posibilidad del engaño.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Juan René González Coyra</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">Banes, 1970.</span><br /><br />Poeta y editor. Ha publicado los libros “Nocturno de la Sed” (Ediciones Sed de Belleza, 1995), “Las Vidas Miserables” (Editorial Capiro, 2000), “Hombre Que Vive Frente al Mar” (Ediciones Matanzas, 2005), entre otros. Ha sido merecedor de los premios: Pinos Nuevos 2001 y Calendario 2004.<br /><br /><br /><strong>10 </strong><br /><br />castillos de arena<br />como los que venden en Coral Gable<br />en una tienda de utensilios de cocina<br />y juguetes para los muchachos<br />que mi padre me contó »que la gente vive<br />de vender cualquier cosa».<br /><br />Castillos construidos<br />en la arena como cuando éramos chiquillos<br />e intentábamos salvar al héroe<br />entre los muros de la fortaleza<br />demasiado cerca del agua para no peligrar<br />demasiado cerca para no...<br />demasiado para no flagelarse<br />ante la mirada agónica y tecnicolor del cielo<br />demasiado cerca del agua<br />pero en nuestra mente era mejor<br />en nuestra mente de niños<br />la única que desde entonces poseemos.<br /><br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong>3</strong><br /><br />En casa del poeta<br />mirando los dibujos de quienes fueron sus amigos<br />a la espera del café vienés<br />hecho con deseo pero sin los condimentos necesarios.<br />Hombre que regresó de Europa, es decir<br />hombre que realmente regresó.<br /><br />En casa del poeta<br />un viernes de todos los santos.<br />Qué puedo ofrecerte<br />la palabra o la sombra de palabra<br />brizna de palabra, el resplandor del sonido<br /><br />o el silencio del sonido.<br />La autofagia del sonido<br />o la palabra sin lustre sin sonido o conmiseración.<br />En Zapopan me di el lujo de pagar treinta pesos<br />por un café aguado, y besar la lluvia<br />en la meta de un ciempiés<br />con muchos grados de alcohol en la cabeza.<br /><br />La primera vez que tomé un buen café vienés<br />ocurrió en Matanzas<br />en casa de un poeta llamado<br />Alfredo Zaldívar.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong>Wendy Guerra</strong><br /><span style="font-size:85%;">La Habana1970.</span><br /><br />Ha publicado los libros de poesía “Platea Oscura” (Premio 13 de marzo de 1987), “Cabeza Rapada” (P. N.1994. Letras Cubanas), “Ropa Interior” (2008). “Todos Se Van” (Barcelona: Bruguera, 2006). Primer Premio de Novela Bruguera.<br /><br /><br /><strong></strong><br /><strong>LO PEOR DEL INCESTO<br /></strong><br /><br />No temas ser mi padre<br />Transparenta tu rubor y deja vernos en este gesto idéntico<br />No tiembles ante el lado masculino que poseo culpable<br />que me emplaza arriesgada<br />Ábrete y trasluce las fantasías de mi herencia sin asco<br />Abandóname a escarbar buscándome en tus sobras<br />Tus limosnas en mi espalda tatuada<br />Algunos errores sin consecuencias públicas<br />No busques en el pasado de las cosas y deja ya entrar la<br />luz sobre mi frente<br />No temas ser mi padre no frenes el deseo ante el lazo<br />natural que nos aísla<br />Somos únicos ajenos desconocidos no te culpes<br />Peor es la orfandad de estar a oscuras<br />Tratando de encontrarte en mis dibujos<br />O en las fotos desnudas que me dejo hacer por los<br />extraños<br />No soy el juez ni el enemigo<br />Yo soy la hija.<br /><br /><br /><br /><br /><strong>DESDE POMPEYA</strong><br /><br /><br />Te hice el amor de espaldas boca abajo<br />metida en la fuente del volcán dorado en el escorzo<br />Me abrí la blusa y te ofrecí los higos con mi boca<br />mis piernas en tu cuello y mi sexo grabado sobre el texto<br />cenizas en el pelo sustancias derramadas sobre el fuego<br />la isla arde y quedo presa<br />Menos mal que te hice el amor de espaldas boca abajo<br />y que dormí en tu fuente de volcán dorado y que los<br />higos<br />te los di en la boca<br />porque de Pompeya nunca fue fácil escapar.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Julio Pérez Verdecia </span></strong><br /><span style="font-size:85%;">Pilón, 1973.</span><br /><br />Licenciado en historia. Poeta y ensayista. Ha obtenido premios en numerosos concursos provinciales; Textos suyos han aparecido en las revistas: Ancora 2004; El suplemento vértice, 2003. Tiene un poemario publicado titulado “Cánticos del Agua”, Ed. Orto, 2008.<br /><br /><br /><strong></strong><br /><strong>PLENILUNIO<br /></strong><br /><br />La bestia ronda mis manos y la tarde<br />espejismo o hechizo…<br />Perdón, es que a esta muchacha<br />le ha salido un tigre de la boca,<br />un tigre invisible<br />con unos ojos enormes,<br />con alas de centauro<br />como una palabra eterna<br />o el aliento de Dios.<br />No puedo hacer otra cosa<br />que darle mi pecho,<br />abrir en lo más profundo,<br />donde pasta una barca de velas<br />blanquísimas<br />y una isla padece el silencio<br />de la música.<br />No puedo hacer más,<br />le doy mis huellas digitales,<br />mi olor a hombre,<br />mi camisa,<br />y me siento a esperar<br />que lo devore todo.<br /><br /><br /><strong></strong><br /><strong>PALABRAS DEL LOCO</strong><br /><br /><br />Ah, Charlot,<br />eres sólo una historia,<br />nunca sabrás de la piedra en el zapato,<br />del fiero olvido de los dioses,<br />tú que detuviste el odio<br />de los hombres<br />en las infinitas tablas del estrado,<br />pero Charlot,<br />lo importante era sufrir,<br />ir perdiendo la vida<br />poco a poco.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong>Marcelo Morales</strong><br /><span style="font-size:85%;">La Habana, 1977.</span><br /><br />Tiene publicados los libros de poesía “Cinema”, 1997, “El Mundo Como Objeto”, 2006, “El Círculo Mágico” 2007, y la noveleta “La Espiral”, 2006.<br /><br /><br /><strong></strong><br /><strong>HUMO </strong><br /><br /><br />¿Dónde va el humo y la mirada?<br />¿Hacia qué punto?<br />he visto un rectángulo de luz rajando el centro<br />de mi propia vacuidad en la penumbra<br />las selvas de acordeones musicales<br />un cristal resplandecer bajo la lluvia<br />¿qué valor sorprende en la palabra?<br />tú que estás leyendo<br />apúrate hacia mí<br />hacia el espejo<br />a la imagen suspendida en tu cerebro<br />pues no sé si volveré hacia esta muerte<br />a mi piedra más tangente y vertical<br />¿estarás allí al caer el día?<br />¿estarán tus ojos al voltear?<br />polvo al polvo habré al decir<br />vida<br />ceniza<br />pobreza<br /><br /><br /><br />----------------------------------------<br /><br /><br />Cada segundo es precioso.<br />Camino y veo las hojas desnudas, un vaso girado por el viento.<br />Creo en el círculo mágico.<br />Lo poético empieza a dejarme penetrar en otro grado.<br />Me gusta que sea verdad. Mi vida trema en la frontera.<br /><br />Los años son las escaleras de mi casa, subía, pisaba una cucaracha,<br />no debo morir, no debo matar,<br />granito, yo borracho. Los años son las escaleras de mi casa.<br />Ahora estoy en mi centro, correr hacia mi borde es correr hacia<br />mi muerte.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong>David López Ximeno</strong><br /><span style="font-size:85%;">Matanzas, 1970.</span><br /><br />Poeta y ensayista, licenciado en Derecho y Máster en Ciencias Políticas Internacionales. Tiene publicado el poemario “Música Sacra” (Ediciones Vigía, 2001 y Biblioteca Nacional, de conjunto con Mercie Ediciones, 2002). Y “New yorker’s jazz”, 2007. Poemas suyos han sido incluidos en las antologías La Madera Sagrada, Antología De Poesía (2005) e Identidades, Poesía Negra De América (2005).<br /><br /><br /><strong></strong><br /><strong>NEGRA DAMA ART NOUVEAU<br /></strong><br />El gradiente de tus senos, pasó.<br />Pasó sin islas.<br />Quizás mis ojos perecieron<br />convocados por el viento<br />allí en la vieja calle del villaje,<br />buscando la aureola inmaculada<br />que ofreciste<br />como suerte a mis pupilas.<br />Vete ya.<br />No se paladea con gusto alguna pena.<br />La luz metálica,<br />lastra las ventanas,<br />chillando, acuchillada como fiera.<br />Tú. Tú luces el pelo ensortijado<br />a la usanza de los veintes.<br /><br />Aunque sean menos puros<br />estos años en curso,<br />eres la dama Art Nouveau,<br />la gaviota travestida en isla.<br /><br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong>PARTEADOS EN SOUL<br /></strong><br /><br />Parteados en soul<br />son los días en que pierdo la pavura.<br />Ya siento una voz colindar con el verso<br />buscando qué hace<br />r,<br />si ensartar palabras o empedrar silencios.<br />Aquí estoy mirando la calle vertida en la agreste portada,<br />la luna que vuelve a ofrecerme desnuda<br />la sed de su pecho bursátil.<br />Tengo la suerte de atarme a la puerta<br />Inflamando mi hombro para hacerlo un valle<br />donde el tiempo encuentre su andén<br />y su brazo.<br />Existo,<br />pedreste animal esmaltado,<br />ya rompo el establo del sucio quitarme los labios.<br />No acepto.<br />yo atento.<br />No tiemblo.<br />Distingo, allende los pájaros en vuelo<br />la luz – piedra – fina del espacio.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Yunior Felipe Figueroa</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">Central Antonio Maceo, Cacocum, 1977.</span><br /><br />Poeta. Ha publicado “Con Esta Leve Oscilación del Péndulo”, (Ed. Sanlope, 2000), “La Meta es el Olvido”, (Ed. Holguín 2002), “Escritos Demenciales” (Premio de décima escrita, fiesta de Iberoamérica, Holguín 2003) y “El Difícil Color de la Inocencia, (Ed. Holguín, 2004).<br /><br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong>INSOMNIO 3 A.M.</strong><br /><br /><br />Volverán las madrugadas,<br />el temor, los falsos brillos,<br />los disparos, los gatillos,<br />las angustias, las pedradas<br />de la tristeza lanzadas<br />contra el que espera en la cruz.<br />Volverá el dolor, el pus<br />de la pobreza, la oscura<br />silueta de la locura<br />mientas se fuga la luz<br />interior. Regresarán<br />Despacio. Lo sé, lo intuyo.<br />Hay un trazo donde fluyo<br />hacia la espera. Me están<br />cercando las dudas. Van<br />a inclinar esta balanza.<br />Esta fiebre que no alcanza.<br />Esta música sin fin.<br />Sigo tocando el violín<br />sin cuerdas de la esperanza.<br /><br /><strong></strong><br /><strong></strong><br /><strong>QUIÈN</strong><br /><br /><br />¿Quién es Judas? ¿Quién testigo<br />Falso que indica el sendero?<br />¿Quién el amigo sincero?<br />¿Quién es Dios o el enemigo?<br />pregunto, más no consigo<br />una respuesta segura.<br />Nadie me acompaña. ¿Es pura<br />invención la incierta sombra<br />que nos sigue? ¿por qué asombra<br />extraviarse en la espesura<br />de las reflexiones? ¿Quién<br />nos apartará del mal<br />o va a arrancar el cristal<br />que nos lacera la sien?<br />¿Es una ilusión el bien,<br />ser – parecer sólo un brillo?<br />¿Quién nos traiciona? ¿Es sencillo<br />pensar que detrás de un muro<br />cualquiera aguarda el oscuro<br />resplandor de algún cuchillo?<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Mireisy García Rojas</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">Bauta 1978.</span><br /><br />Miembro del taller literario de Bauta. Primera mención en cuento en el Encuentro de debate talleres literarios año 1995 y 1999. Segundo premio en poesía en el concurso 14 de febrero en el año 1996. Ha publicado “Séptimo Relieve”, (Ed. Unicornio 2003), “La Suerte del Naufrago”, (Ed. Unicornio 2006) y “Nacimiento Oral”, (Ed. Unicornio 2008).<br /><br /><br /><strong>SIN NOMBRE<br /></strong><br />Si me descubres una noche<br />agazapada<br />en un rincón del parque,<br />bajo el consuelo de una farola mustia,<br />sin apenas silueta para un retrato,<br />con la cabeza reclinada sobre las rodillas,<br />siéntate a la izquierda,<br />deja que tus dedos conversen con mi espalda,<br />desmiente a los que te unen a los menguados<br />y dame con tu voz un beso en el silencio<br />que me circunda.<br />Yo sabré conducir mis pies hacia ti<br />otra noche de parques<br />cuando mi cuerpo vuelva a ocupar el sitio de mi sombra.<br /><br />REMINISCENCIA<br /><br />Una voz nueva distrae el maleficio<br />Y augura un más allá del silencio como herencia<br />Juana García Abàs<br /><br />Cada noche prendo el incienso,<br />trenzo las piedras,<br />abro el pasadizo<br />y el filo malabaresco de las llamas nocturnales<br />espera verme llegar a la cena<br />como a un invitado a quien la ausencia<br />le organiza coros de bienvenida.<br />Esa voz, la misma<br />que viene cada noche de un girasol,<br />corre en círculo sobre una línea de estambre,<br />me salpica con gotas de ceniza<br />y estiba esta imagen<br />al prólogo interminable de la vida.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Rafael Grillo</span></strong><br /><span style="font-size:85%;">La Habana, 1970.</span><br /><br />Escritor y licenciado en Psicología con 3 postgrados. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura del Ministerio de Educación de Cuba en 1984 (cuento) y 1986 (poesía). Ha sido antologado en: Otras Islas, Cubeart 2008, El 0jo de la Luz, Diana Edizioni, 2009.<br /><br /><br /><strong></strong><br /><strong>GAME IS OVER</strong><br /><br /><br />Encima del juego y los aciertos<br />en un cuadrado de estigma sin medidas<br />esperas el holocausto de la noche<br />sin zapatos con hebillas<br />en las copas en la inercia<br />que rebosa la intemperie<br />la jugada la estocada final<br />el artificio que te dar la ciudad<br />su madrugada que sabe de triunfos y renuncias<br />la mañana que sabes sin prisas<br />aletargada en una esquina<br />del reloj de la semana<br />como una esponja sin razón que absorbe todo<br />lo que quieres lo que no<br />lo que prometes cada vez que te marchas<br />encima del juego y los aciertos<br />a las preguntas que no se pronuncian<br />y escuchas el sábado casi inútil<br />el mismo el único<br />las preguntas que adivinan tus deseos<br />recogidos escondidos<br />protegidos del juicio y el desafío<br />en las copas en la inercia de una madrugada<br />que tentó a la mañana a la intemperie<br />que sabe sin prisas de los artificios<br />del reloj de la semana para plegarse<br />como esponja defenderse de la estocada final<br />la última pregunta sedienta de vacío<br />de dejarte sin fuerzas en las primeras<br />horas de un domingo inútil como sábado<br />sin zapatos con hebillas<br />que hablen de obsesivos de rituales<br />de cuadrados como estigmas de señales<br />que digan cuando termina la espera<br />cuando empieza la noche del polvo<br />del iluminado que escucha las preguntas verdaderas<br />no sus deseos de triunfos y renuncias<br />aletargados en una esquina de jadeos y lamentos<br />de turbios esfuerzos como juegos<br />que absorben todo lo que quieres<br />lo que no es esta inútil madrugada de domingo<br />que empezó a tejerse el sábado en la noche<br />cuando pensaste “si fuera diferente”<br />diferente el olor y las pisadas<br />diferente el ritmo y los rostros<br />iguales las preguntas pero ciertas ya sabidas<br />empujado el holocausto de la ciudad<br />como juicio que se marcha cuando lo prometes<br />sin prisas ¿ tanto sabe de esperas y de triunfos<br />o sólo anuncia la estocada final<br />la última pregunta el primer bostezo<br />y el último porque llega la mañana ?<br />y te quedas a la intemperie aletargado<br />en una esquina en la inercia<br />rebosado de copas hastiado del juego y los aciertos<br />¿tic tac ? marca el reloj de la semana<br />y suena así<br />como una primera pregunta<br />como otro desafío<br />como la próxima renuncia. </div>Elefante Editoreshttp://www.blogger.com/profile/16042550044782483902noreply@blogger.com0